consejos para evitar la obesidad en niños

La obesidad infantil es una enfermedad que preocupa, por el aumento que ha tenido en el último tiempo. Vamos a ver a continuación cuáles son las complicaciones que trae esta enfermedad y también algunos tips para que generemos buenos hábitos de alimentación en los niños.

causas

La obesidad infantil afecta a niños y adolescentes y es una enfermedad que se caracteriza por un exceso de masa grasa corporal, que ciertas complicaciones a futuro. Se debe a muchas causas. Una causa mínima es la causa genética, o sea cuando los papás son obesos y se trasmite por un gen a los chicos. Pero en general se debe más que nada el ambiente obesogénico en el que viven nuestros niños.

Nuestros niños principalmente están en contacto buena principalmente con el entorno familiar y escolar, que es su entorno más directo, y que les transmite principalmente los hábitos alimentarios básicos: a que hora comer, qué comer, cuáles son los alimentos que se eligen por la familia y que son dados en la escuela.

Pero también tienen un entorno social, que son los medios de comunicación y en general la sociedad, que transmite qué comer y que no comer, en que determinado momento, cuáles son los alimentos que tienen mayor publicidad, que en general son aquellos que no tienen un buen valor nutritivo o aportan calorías vacías, como por ejemplo las gaseosas, que nada mas tienen azúcar y aportan energía pero ningún otro nutriente esencial.

La alimentación

También han cambiado ciertos patrones de alimentación. Hay ahora muchísimos alimentos a disposición, al alcance de la mano de nuestros hijos y de un costo bastante accesible. La obesidad es una enfermedad que afecta a toda la población en general, tanto a niños de clase social baja, media y alta.

También el rol de la mujer se ha modificado, ya que no cocinan tanto, comprar alimentos en la rotisería para que consuman los chicos y estos alimentos aporta muchísimas más calorías que un producto elaborado en la casa.

El sedentarismo

Otro punto importante es el sedentarismo de los chicos. Ahora sus actividades y juegos no son al aire libre, sino que están en frente de la computadora, de la televisión muchas horas, y esto ayuda a que haya un balance positivo de energía, es decir se come más de lo que se gasta.

Enfermedades aparejadas

Mencionaremos las complicaciones que puede traer aparejada esta enfermedad, que lamentablemente vemos que nuestros chicos tienen las mismas enfermedades que los adultos: aumento del colesterol, aumento de los triglicéridos, la glucemia o azúcar en la sangre, y hasta pueden manifestar una diabetes por el exceso de peso. Tienen problemas en general osteoarticulares, principalmente lesiones de rodilla y tobillo, pueden tener estrías en la piel, tienen baja autoestima y se deprimen, a veces son discriminados en el colegio, y otra serie de complicaciones que se asemejan mucho a la de los adultos.

El tratamiento

En cuanto al tratamiento nutricional, la idea es que el abordaje sea familiar. Que no solo ea el niño el que haga la dieta sino que también la familia lo acompañe, y se empiecen a corregir ciertas pautas de alimentación, para reemplazar aquellas pautas alimentarias erróneas por hábitos alimentarios saludables. Para empezar se corrigen el tema de las comidas, se intenta que hagan las cuatro comidas del día: desayuno, almuerzo, merienda y cena, y si tienen hambre en algún momento del día, que hagan colaciones saludables.

Tambien en esto se debe remarcar las meriendas de la escuela, que en general se llevan galletitas de chocolate, gaseosas o jugos con azúcar. Pueden elegir algo más saludable como un sándwich de queso, una fruta, una ensalada de fruta, jugos de frutas o si se elige alguna gaseosa, puede ser alguna que no tenga azúcar.

También se trata de que aumenten la ingesta de agua, que vaya reemplazando todo lo que son bebidas dulces. Y lo que se ve mucho en los chicos es que tienen baja ingesta de ensaladas y verduras y comen pocas frutas. Lo que se aconseja es que se consuman cinco porciones al día (pueden ser tres de ensalada o de verduras y dos de frutas) y que siempre la familia o la mamá se las ofrezcan en el momento de comer, tanto en el almuerzo como en la cena de todos de todos los días. Que no sea que coman ensalada una vez a la semana sino que deberían comerla los siete días de la semana.

Se aconseja también que se reemplacen las infusiones por los lácteos, que aportan calcio y proteínas y además los alimenta y hace que no lleguen con tanto apetito a la próxima comida.

En cuanto al ejercicio físico, se trata de primero concordar con el niño para ver qué le gusta, y se pueden inscribir en alguna práctica deportiva para empezar a aumentar el gasto de energía. Para cerrar, el último consejo es que la familia como junta toda alrededor de la mesa, para el fortalecimiento de los vínculos y la transmisión de buenos hábitos alimentarios.