Estos componentes de la dieta aportan cuatro kilocalorías por gramo. Algo más de la mitad de la energía diaria que necesitamos debe proceder de los carbohidratos. Los hidratos de carbono pueden ser simples como los azúcares o complejos como las fibras o los almidones.
El azúcar
Entre los azúcares encontramos la glucosa, la fructosa, la lactosa, la maltosa y la sacarosa. Los azúcares ayudan a formar la masa de los alimentos, y además aportan sabor, dulzor, textura, color y son un buen conservante.
Constituyen una fuente de energía esencial para nuestro cuerpo. Entre ellos, la glucosa es el combustible esencial para nuestras células, cerebro y sistema nervioso. Para saber la cantidad de azúcar que contiene cada producto hay que mirar la etiqueta.
El almidón
El almidón es un carbohidrato complejo muy energético que sirve como espesante para hacer salsas y budines.
La fibra
Por su parte, la fibra es un buen espesante y gelificante de los alimentos.
La fibra soluble nos proporciona una sensación de plenitud, y por ello es muy recomendada en dietas de adelgazamiento. También controla el azúcar en la sangre y ayuda a controlar la diabetes y el colesterol.
La fibra insoluble como los cereales integrales poseen muchos efectos beneficiosos para la salud, ya que contribuyen a prevenir el estreñimiento, las hemorroides y reducen el riesgo de cáncer en el intestino.
Recuerda: Los hidratos de carbono proporcionan una fuente de energía vital. Hay que limitar los alimentos con azúcares añadidos pobres en nutrientes. Es conveniente elegir alimentos elaborados con hidratos de carbono complejos sin refinar, ricos en fibra y nutrientes. Son muy beneficiosos para nuestra salud.
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