Tienen una publicidad muy atractiva, lo que hace que muchas personas se lanzan a conseguir ese objetivo. Por ello a este tipo de dietas la designaremos como dietas milagro. Debes saber que la mayoría de este tipo de dietas carecen de evidencia científica, es decir que no está demostrado que funcionen. Además pueden poner en riesgo tu salud, tu calidad de vida y tu economía. La realidad es que un 95% de las personas que hacen una dieta milagrosa vuelve a engordar.
Cómo reconocer una dieta milagrosa
Todas estas dietas prometen principalmente estos tres puntos:
- pérdida de peso rápido
- más de cinco kilos al mes
- Sin esfuerzo y se describen como seguras, sin riesgos para la salud.
Además pueden incluir alguna de estas afirmaciones:
- prohibir el consumo de un alimento o de un grupo de alimentos
- se exagera la calidad científica de un nutriente (suele ser la proteína)
- tienen listas de alimentos buenos y de alimentos malos. Pueden estar acompañadas de productos, viales,
batidos, fruto de la búsqueda de beneficios económicos.
- también incluyen testimonios, historias como evidencia del resultado de la dieta. Pueden contener afirmaciones que contradicen a los colectivos de reputación conocida.
Cómo se clasifican las dietas milagrosas
Las dietas milagro las podemos clasificar en tres tipos de dietas:
Las dietas hipocalóricas, como la dieta de la clínica mayo, la dieta 0, la dieta del astronauta, dieta toma la mitad, etc. Son muy bajas en calorías, desequilibradas, monótonas y acompañadas de suplementos de minerales y vitaminas.
Las dietas disociadas, como la dieta de Lain, el régimen Shelton, la dieta Montignac, la dieta Hollywood, la dieta Dukan, etc. Defienden que los alimentos provocan un aumento de peso si haces ciertas combinaciones. No suelen limitar la ingestión de alimentos muy energéticos y no tienen base científica.
Las dietas excluyentes, como la dieta del doctor Pritikin, la dieta Scardale, la dieta Atkins, la dieta Pronokal, etc. Eliminan de la alimentación un nutriente esencial que suele ser hidrato de carbono y o las grasas.
Consecuencias de las dietas milagrosas en la salud
Las consecuencias de las dietas milagro sobre la salud dependen del tipo de dieta que se siga, pero las más comunes son el déficit de minerales y de vitaminas, la producción de cambios en el metabolismo energético, lo que puede producir estados de resistencia a la pérdida de peso, efecto rebote, alteraciones gastrointestinales, pérdida de masa muscular, cetosis, sobrecarga renal y hepática con el consumo excesivo de proteínas, y trastornos de la conducta alimentaria, entre otros problemas como los psicológicos.
Las comunidades y sociedades científicas del mundo desaconsejan encarecidamente la realización de este tipo de dietas por sus efectos sobre la salud y porque carecen de evidencia científica. Para poner un ejemplo, cada año la British Dietetic Association, una gran sociedad científica de expertos en materia de nutrición y dietética, publica una lista con las cinco dietas milagrosas que suelen ser las más conocidas entre la población.
Cómo adelgazar en forma efectiva y segura
Un tratamiento dietético para la obesidad debe estar basado en evidencia científica. Es decir, que se haya demostrado con estudios científicos que funciona y lo hace sin comprometer tu salud. Además, se debe por un lado disminuir la grasa corporal, preservando la masa magra.
Ser realizable en un espacio de tiempo prolongado.
Ser eficaz a largo plazo, manteniendo el peso perdido.
Conllevar la función educación alimentaria que destierre mitos, errores y hábitos de alimentación inadecuados.
Disminuir los factores de riesgo cardiovasculares asociados a la obesidad, hipertensión, dislipemia, prediabetes, diabetes mellitus, mejorar la comorbilidades vinculadas al exceso de peso como las apneas del sueño, artrosis, riesgo neoplásico, etc.
También hay que inducir una mejoría psicosomática con recuperación de la autoestima y ayudar a la capacidad funcional y en la calidad de vida. Debe hacerse una llamada al sentido común, a la paciencia y a la constancia. Debes hacer balance de lo que realmente importante es tu salud y empezar a realizar cambios en tus hábitos alimentarios. Para ello el profesional que te puede ayudar a conseguir tu objetivo de una manera saludable y sin riesgos es el dietista nutricionista. Este determinará el mejor tratamiento dietético según tus características junto con el ejercicio físico.
La pérdida de peso debe ser lenta pero constante, para que así consigas los máximos beneficios que te pueda aportar y mantengas tu objetivo a largo plazo.
muy claro todo, a veces las publicidades nos confunden para vendernos dietas y metodos milagrosos para adelgazar que no sirven para nada
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