La obesidad es una de los mayores problemas de salud de la población actualmente, afectando su salud de forma integral, aumentando el riesgo de padecer múltiples enfermedades cardiovasculares.
En el aspecto estético, las mujeres desean combatir la obesidad para lucir más delgadas por los estándares de belleza que se imponen socialmente.
Realizar una dieta para adelgazar es el primer paso para combatir la obesidad, que en coordinación con la realización de actividad física y deporte, mejorar la alimentación puede provocar buenos resultados.
Para algunas mujeres adelgazar les implica un menor esfuerzo, en cambio, para otras les determina largas jornadas de ejercicios físicos y una dieta baja en calorías para obtener poco descenso de peso. Las causas de este fenómeno son múltiples pero el componente hormonal influye en cada caso.
La lipoescultura aparece como una técnica estética que contribuye a eliminar el tejido adiposo acumulado a nivel de brazos, piernas y abdomen para lucir más delgado. Hay que tener en cuenta que la lipoescultura no es una técnica ni un procedimiento para adelgazar, constituye una posibilidad de remodelamiento corporal, que permite eliminar aquella grasa difícil de eliminar de forma localizada.
Como todo procedimiento estético, la lipoescultura presenta algunos riesgos médicos y estéticos que deberán ser valorados en conjunto con el cirujano de confianza que va a realizar el procedimiento.
Previamente se debe realizar por parte de la persona un tratamiento intenso para combatir la obesidad, para aproximarse a lograr el peso ideal recomendado. Solamente en esta situación es el momento ideal para la práctica de un lipoescultura.
Se debe tener una piel flexible y tensa, como forma de que la misma se puede adherir luego de retirar el tejido adiposo que se encuentra por debajo. Si no se cumple este requisito puede pasar que el sector quede con un sobrante de piel, que afectará la estética de la persona.
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