La caminata conciente es la mejor amiga de las dietas. Mientras caminás -al menos en los primeros días- concentrate en cada movimiento del cuerpo. Los brazos deben balancearse acompañando el ritmo de los pasos. Mientras el cuerpo se desplaza mantené extendida la rodilla de la pierna delantera, apretá la cola y concentrate en la panza: es bueno que los abdominales también trabajen.
Es muy importante la postura. La espalda tiene que estar erguida, la cabeza alta y el mentón casi a la altura de los hombros. En cuanto a la ropa, es fundamental contar con un par de zapatillas preparadas para amortiguar el impacto. Buscá prendas cómodas y livianas. Lo mejor es una musculosa o remera con tela que absorba la transpiración y calzas de algodón con Lycra para sostener los músculos flojos.
No te apures. Empezá lentamente y evita cualquier malestar innecesario. Lo ideal es que lo hagas por lo menos tres veces a la semana. Para que te organices mejor, preparamos este plan:
Primera semana: Caminá tranquila 4 minutos, elongá durante 6, caminá a ritmo más rápido 8 y terminá con 2 minutos a paso moderado.
Segunda semana: Caminá 6 minutos a paso moderado, elongá 10 y caminá rápido entre 12 y 15 minutos.
Tercera semana: Caminá 8 minutos a paso moderado, elongá 10 y caminá rápido entre 18 y 20 minutos.
Cuarta semana: -Cuerpo tonificado, mente despejada y muchas ganas de hacer ejercicios- caminá a paso moderado 10 minutos, elongá 10 y caminá a paso rápido entre 20 y 25 minutos. Y así hasta lograr un caminata rápida sin parar durante 45 minutos, siempre elongando antes y después de la actividad.
fuente: parati.com.ar
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