Es conveniente equilibrar el consumo de fructosa, principalmente evitando alimentos procesados ricos en fructosa y siendo conscientes de la cantidad de frutas consumidas, especialmente para aquellos con condiciones de salud preexistentes
Si bien puede parecer contradictorio dado que las frutas son generalmente recomendadas en una dieta saludable, es conveniente conocer algunos conceptos.
Mónica Acha, dietista-nutricionista y tecnóloga de alimentos, se ocupa del tema del consumo de fructosa y sus implicaciones para la salud. En su canal xNutricion Dietetica resume los puntos clave.
Frutas y Verduras:
Es importante consumir frutas y verduras por su contenido en nutrientes, vitaminas, minerales y fibra. Mientras que las verduras tienen bajo contenido en fructosa, las frutas contienen más fructosa, lo que necesita ser considerado en la dieta.
Metabolismo de la Fructosa:
La fructosa y la glucosa, dos tipos de carbohidratos, se metabolizan de manera diferente. Mientras que la glucosa se metaboliza y se absorbe principalmente en el intestino para ser utilizada como energía o almacenada como grasa, la fructosa tiene un proceso diferente, principalmente en el hígado y también en el intestino delgado.
Impacto del Estilo de Vida:
En un estilo de vida sedentario, la fructosa se transforma más fácilmente en triglicéridos y se almacena como grasa en el hígado, lo que puede contribuir al hígado graso. Además, el consumo de alcohol y ciertos medicamentos puede aumentar esta tendencia.
Fructosa en Alimentos Procesados:
Nuestra atención debe estar puesta en la fructosa añadida en alimentos procesados como jarabes de fructosa, presentes en refrescos, bollería y otros productos industriales. El alto consumo de estos productos puede llevar a problemas metabólicos, aumento de peso, diabetes y hígado graso.
Fructosa y Salud Intestinal:
Un consumo excesivo de fructosa puede también deteriorar la pared intestinal, causando hiperpermeabilidad intestinal y otros problemas digestivos.
Recomendaciones:
Se sugiere moderar el consumo de alimentos procesados y revisar las etiquetas para evitar ingredientes dañinos. Aunque el consumo de frutas es beneficioso, aquellas personas con hígado graso, diabetes o sobrepeso deben ser más cuidadosas con la cantidad de frutas que consumen debido a su contenido en fructosa.
Reversión de Problemas de Salud:
Es posible revertir condiciones como el hígado graso, el sobrepeso y la diabetes tipo 2 con cambios adecuados en la dieta y el estilo de vida antes de que se produzcan daños irreversibles.
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