Las dietas bajas en grasa pueden llevar a un aumento en el consumo de carbohidratos, lo cual puede ser perjudicial para la salud metabólica. Limitar la grasa en la dieta puede llevar a déficits de vitaminas liposolubles (A, D, K y E) y otros problemas nutricionales. Una dieta equilibrada y saludable debe incluir una cantidad adecuada de grasas saludables y hay que perder el miedo a las grasas naturales no manipuladas.
Mónica Acha, dietista-nutricionista y tecnóloga de alimentos, se ocupa del tema de las dietas sin grasa y los problemas nutricionales que pueden aparejar si nos excedemos en su restricción. En su canal xNutricion Dietetica resume los puntos clave.
La importancia de las grasas en la dieta
No existe una dieta saludable sin grasa. Una cantidad suficiente de grasa es esencial para el funcionamiento del cuerpo.
Estas recomendaciones están dirigidas a personas saludables sin problemas médicos específicos, ya que las personas con ciertas enfermedades pueden necesitar dietas adaptadas a sus condiciones. Durante muchos años se han promovido dietas muy bajas en grasa, especialmente en colesterol, debido a la creencia de que estas grasas eran perjudiciales para la salud cardiovascular. Sin embargo, ahora se sabe que la grasa es necesaria en cantidades adecuadas para el correcto funcionamiento del organismo.
La grasa es vital para varias funciones corporales:
- Membranas celulares: Todas las células del cuerpo necesitan grasa para sus membranas.
- Cerebro: Las células del cerebro contienen una alta proporción de grasas, incluyendo ácidos grasos omega-3.
- Hormonas: Algunas hormonas son de base grasa y su producción puede verse afectada por una deficiencia de grasa en la dieta.
No todas las grasas son iguales y se deben priorizar aquellas que son más saludables. Se recomienda consumir al menos un 30-35% de grasas en la dieta, incluyendo una proporción de grasas saturadas entre un 7-10%. Es importante evitar grasas trans y grasas hidrogenadas industrialmente manipuladas.
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